En la ciudad se registraron 11 incidentes con patinetes eléctricos durante el ejercicio del 2019. En la primera mitad del año, tan solo hubo un siniestro con patinete eléctrico. Fue en el mes de marzo y no hubo víctimas. Sin embargo, es a partir de junio cuando va en aumento la tasa de siniestralidad de los VPM (Vehículos de Movilidad Personal, categoría en la que la Policía Local encasilla a los patinetes eléctricos).Según ha podido saber El Faro, de junio a diciembre se registraron 10 siniestros, de los cuales resultaron 10 heridos leves.
Esta es la cifra que registran desde la Policía Local de Melilla, aunque señalan que son datos estimativos, lo que no quiere decir que no se hubiesen producido más siniestros con más heridos con patinetes eléctricos implicados.
Antes de junio estos accidentes y siniestros se registraban en el apartado de ‘Otros’, es decir, que desde la Policía Local no contaban con una base de datos específica para este tipo de incidentes. Por ello, la cifra puede ser estimativa y podrían haberse producido más siniestros con heridos.
Desde junio, la Jefatura de la Policía Local comenzó a trabajar en una base de datos para contabilizarlos de forma específica. Todavía no está operativa, aunque ya se va teniendo constancia de ellos.
A la cifra de siniestros habría que sumar las seis denuncias a conductores de patinetes eléctricos que se contabilizaron en los pasados seis meses, la segunda mitad de 2019. Fueron tres por saltarse un semáforo, una por conducción negligente, otra por no ceder el paso y otra por obstruir la circulación.Todos estos conductores hicieron un mal uso de la vía y cometieron infracciones.
Cabe recordar que en la Jefatura de la Policía Local están pendientes de una reunión con la Consejería de Presidencia y Administración Pública, donde se recibirá la propuesta del reglamento municipal que les permita trabajar y actuar con seguridad jurídica ante cualquier situación.
Por el momento lo que se tiene en cuenta es la normativa de tráfico vigente y recomendaciones de la Dirección General de Tráfico a la hora de catalogar los distintos vehículos de movilidad personal (VMP). Existen diversas categorías de vehículos eléctricos, pero los patines se encasillan en las de VMP.
Según la normativa actual, el VMP es un vehículo de una o dos ruedas dotado de una única plaza y propulsado por un motor eléctrico que puede alcanzar de los 6 a los 25 kilómetros por hora. En esta clasificación entran los patines eléctricos, los segways, los hoverboard o los monociclos eléctricos.
Las sanciones pueden ser por circular más de una persona a bordo, ya que se trata de un vehículo de una plaza, por usar auriculares mientras se conduce, usar mientras el teléfono, no llevar casco, o incluso o conducir bajo el influjo de las drogas o el alcohol. No hay que olvidar que hay que respetar también las normas de circulación vial cuando se está circulando por la calzada, véase ceder el paso o respetar los semáforos.
Los ciudadanos: ¿inseguros?
El Faro ha aprovechado para salir a pie de calle a preguntar a algunos ciudadanos. Muchos de ellos critican el mal uso que algunos usuarios le dan a este vehículo, ya sea en las aceras y zonas peatonales a toda velocidad o en la propia calzada conduciendo próximos a los coches y demás vehículos.
Sukaina afirmó que siente inseguridad sobre todo como conductora ya que cuando se ha encontrado a conductores de patín eléctrico ha sido en la carretera y tiene miedo de que haya un bache y se pueda llevar al patinete por delante o de que le pudiese golpear con su vehículo. “Es como una moto realmente, deberían llevar su casco y respetar los límites de velocidad; los semáforos no los respetan y ni los pasos de peatones, ni nada, van como les da la gana”, aseveró esta ciudadana. Contó que suele ser gente de todas las edades, no solo adolescentes y que como los usuarios de patines y bicicletas (sin motor eléctrico), deberían llevar protección como casco o rodilleras porque son más vulnerables en la calzada frente a los coches.
Por otro lado, encontramos a Dunia, que incidió también en que los conductores de VMP deberían protegerse y cree que se hace más necesario que nunca contar con una normativa que regule la cuestión de los patinetes. Para ella son más peligrosos en la calzada que en las aceras, porque hay más peligro entre coches. Dunia ha visto a conductores muy jóvenes manejando uno de estos patines, por eso cree que debería establecerse una edad para conducir estos vehículos y tener cierta educación vial.
“Pero el patinete me parece una buena iniciativa para moverse por la ciudad, porque Melilla está colapsada de tanto coche, pero eso debería estar un poquito más controlado”, expresaba Dunia.
El matrimonio formado por Antonio y Carmen mostró un poco de preocupación al respecto. Como peatón, Antonio decía que se siente inseguro porque muchas veces los patinetes que se ha cruzado iban demasiado deprisa. “Van a toda velocidad en los pasos de peatones y se metes en dirección contraria, me da cierta intranquilidad los que no tienen conciencia conduciendo de esa forma a gran velocidad cuando los demás vamos a pie”, asevera este ciudadano.
Su mujer incidió en que también deberían obligarles a llevar casco en la calzada. “Y si van por la zona peatonal deberían de ir con mucha menos velocidad de la que suelen ir, y si no que hagan una especie de carril de bicicletas o algo así donde ellos circulen”, comentaba Antonio.
También nos encontramos con dos amigos, se llaman Mohamed los dos, criticaron el uso imprudente del patinete eléctrico, sobre todo en las aceras. “Van muy rápido, tendrían que ir por la calzada”, dijo el melillense. Su amigo, que viene de la península aseguraba que allí pasa igual, y que en la calzada, también se hacen peligrosos por que por sus menores dimensiones, comparadas a un coche, a veces no se ven. “Son un peligro”, afirmaron.
Aunque las quejas de estos ciudadanos son de casos concretos, al final no son representativas de todo el colectivo de usuarios de VMP eléctricos.